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EF: ¿Cuáles son las prioridades que AMIIF tiene en la agenda 2025?
KB: Desde la dirección de acceso a la innovación, he tenido visibilidad de la agenda, y las prioridades de AMIIF. Hoy como directora ejecutiva interina estoy abocada a la continuidad de los temas prioritarios como el valor de la innovación dentro del sector salud. La inversión en salud es prioritaria; para el gobierno, la inversión en el sector salud debe ser una prioridad porque sin financiamiento es casi imposible avanzar y mejorar. Los pilares son i) inversión, ii) acceso a la innovación en tiempo y forma y de manera certera, iii) fortalecer a los organismos involucrados, tales como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), el Consejo de Salubridad General (CSG), organizaciones relacionadas con las compras y obviamente el cuidado de los mercados público y privado. Tenemos grandes aliados en el ámbito privado, colaboradores como el Consorcio Mexicano de Hospitales, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), hospitales privados, grandes farmacéuticas, farmacias y distribuidores. El mercado público abarca cerca del 70% del mercado mexicano. Trabajamos en el fortalecimiento de la cadena de valor para el acceso más oportuno a la innovación.
Otra gran prioridad es ser un aliado estratégico del gobierno, hoy particularmente por la coyuntura nos está permitiendo lograr varios de los grandes sueños que hemos tenido ya hace una década y es el impulso de la investigación clínica en el país. El desarrollo de la investigación clínica ha sido nuestra estrella guía y hemos abordado, consolidado y encabezado la industria de la innovación en todo sentido. Nos ha costado diez años llevarlo a donde está en este momento. Hoy México tiene una científica al mando del país, lo que tiene relevancia en materia de investigación clínica. Intentamos consolidar la investigación en tres pilares i) el entendimiento del servicio e investigación clínica para la salud que ayudara en la detección temprana, y al entendimiento de las nuevas tecnologías y tendencias, ii) la economía, para atraer inversiones e impulsar al país en ciencias, iii) la formación y capacitación de personal de alto nivel – un punto fundamental. Agregaría un cuarto pilar en materia de desarrollo de investigación, que tiene que ver con la discusión y educación a la población en general, al paciente. La participación del paciente es primordial y en México y Latinoamérica estamos muy lejos de tener un paciente participativo, no le queda claro qué es la investigación clínica, quién la lleva a cabo, si es seguro participar o si debe hacerlo. Como industria farmacéutica tenemos una gran responsabilidad con el paciente, explicarle qué sucede, sobre la seguridad, cuáles son sus derechos, sus obligaciones, etc. Cumplo con dos papeles importantes, por un lado, trabajo en la continuidad, debido a los cambios de liderazgo corporativo propio de la naturaleza de nuestras compañías cada dos o tres años; hoy soy la cara de la continuidad, pero también debemos seguir evolucionando y creciendo. Tenemos muchas ideas innovadoras que nos permitirán lograr importantes metas para México. Nos enfocamos en tener un equipo fuerte, en buscar una mejor comunicación con los pacientes y trabajar con los médicos en compliance, a través de una comunicación transparente, formativa y de confianza. Ya tenemos planes para trabajar juntos en este sentido. Un tema fundamental son las alianzas, para lograr metas debemos ir en conjunto, sin perder nuestra esencia, escuchar y hablar con otras organizaciones para alzar la voz en favor de todos.
EF: ¿Por qué un dólar invertido en salud en México está mejor invertido aquí que en otro lugar?
KB: Existen datos numéricos de estudios realizados en el país que informan que por cada peso invertido en salud en México recibiremos 1.6 pesos de retorno económico En México, por ejemplo, 1 dólar invertido directamente en la Economía de la Salud mexicana genera 0.8 dólares adicionales dentro de la economía mexicana en general.* Los motivos son varios, la localización geográfica, nuestra cercanía y relación con los Estados Unidos de América en materia de comercio y tratados internacionales nos otorgan una gran diferencia con respecto a otros países de la región, incluyendo Brasil, que no tiene tratados internacionales del mismo nivel. Por otro lado, la población mexicana de 130 millones y su diversidad es muy interesante para las muchas posibilidades de investigación y para atraer inversiones sobre todo en materia de investigación clínica. Adicionalmente, los canales de comunicación con el gobierno, su visión y relevancia, pueden considerarse fundamentales en materia de salud especialmente, ofreciendo muchas ventajas para la inversión. México también tiene el recurso humano capacitado para poder llevar a cabo cualquier tipo de trabajo o desarrollo científico y los centros para poder realizarlos. Las universidades deben tener más desarrollo y capacidades; no están siendo suficientemente aprovechadas. Necesitamos que nuestros médicos investigadores y nuestros jóvenes empiecen a formarse con una mentalidad comercial. La industria debe apoyar la capacitación en liderazgo, además de enseñar bioquímica, enseñar sobre marketing o cómo dirigirse a un inversor. Si no sabemos encontrar un inversor, nuestros papers quedarán bajo nuestras almohadas. En Estados Unidos las universidades permiten a los médicos comercializar de manera transparente y formal. Veo gran potencial en México, pero como latinos avanzamos de a poco en traer las buenas prácticas y la formalización al país. Es una prioridad a nivel estratégico. COFEPRIS ha tenido problemas con sus tiempos de aprobaciones, pero a pesar de los retrasos siguen llegando estudios a México y eventualmente logran las autorizaciones pertinentes porque el país es un extraordinario reclutador de pacientes, porque los médicos conocen a sus pacientes, porque la población está disponible y es muy diversa. El Gobierno está en proceso de mejoras de los tiempos y los funcionarios tienen como parte de sus metas mejorar los procesos y los tiempos, lo que abre muy buenas posibilidades para la investigación clínica. El pasado 18 de septiembre en el Senado debatieron por nueve horas sobre la investigación clínica. Un tema importante de mencionar son los costos en México, muy inferiores a los de otros países. Los costos y la estabilidad económica son importantes y muy favorables a nuestro País, para convertirlo en un hub de inversión e investigación. Hacen falta incentivos del gobierno que tienen que ver con tiempos competitivos, que permitirán ser más agresivos en cuanto a propuestas comerciales. Con buenos tiempos tendremos una mejor negociación global en materia de precios. Los incentivos fiscales también serían de ayuda y continuar con los canales de comunicación que permiten realizar proyectos colaborativos. Debemos colaborar de forma transparente, con trabajo formal y serio, y con confianza en el gobierno en beneficio de la salud del país.
EF: Hay tres variables que impactan las negociaciones: tiempo, calidad y precio. La calidad no se sacrifica en la salud, pero los tiempos dan competitividad e impactan el precio. Si se busca calidad y precio, esto indefectiblemente impactará en los tiempos.
KB: Sobre todo en materia de innovación, existe la posibilidad de abarcar al sector público. Tenemos que evolucionar para demostrar que la innovación, si bien es un poco más costosa, trae verdaderos beneficios y eficiencias al sistema. Necesitamos un compromiso de la industria farmacéutica: empezar a desarrollar datos e información relacionados con la eficiencia del producto. El sistema debe estar enfocado en el paciente, por ejemplo, cuando se le da un antibiótico a un paciente por infección, si no es el adecuado, el paciente puede terminar hospitalizado; hay casos que terminan en terapia intensiva por un medicamento erróneo. Pero hay medicamentos más costosos que, aplicados al paciente, salen del hospital en uno o dos días. Si queremos un sistema de calidad, no podemos ahorrar en medicamentos, y para que los costos totales de salud disminuyan, tenemos que comprar medicamentos más costosos. Tenemos que ver el sistema de forma íntegra, hablar de modelos de compra y de resultados. La meta reside en que el Gobierno busque modelos de financiamiento de innovación y busque el ahorro a través de la innovación. Se puede lograr a través de estudios y análisis que demuestren al sector lo que se ahorra en hospitalizaciones y en otro tipo de situaciones. Adicionalmente, el paciente es rápidamente productivo en su ámbito laboral. Ayudamos a desarrollar información para la toma de decisiones a través de proyectos e indicadores de los sistemas de información y de la tecnología aplicada y todos sus beneficios tecnológicos. La salud es un área extraordinaria para la aplicación de tecnologías, pero dejamos que las oportunidades se nos escapen pensando que tenemos miles de soluciones adicionales. La tecnología ayuda a mantener las licencias presupuestarias, y si no podemos contratar a dos mil personas como la FDA, entonces tengamos un sistema de información, una sistematización que permita hacer el trabajo acortando los tiempos para las compras, que indique dónde están los medicamentos, a dónde van y quién los tiene, si llegaron a destino o no, y si son suficientes. Para esto necesitamos sistemas de información bien hechos. Es una de las grandes áreas de oportunidad de este Gobierno, que desde su llegada ha dado un impulso a la tecnología, lo cual es extraordinario. Sin embargo, creo que han subestimado al sistema, pensaron que en dos meses iban a poder entregar un sistema de información y digitalizar a la COFEPRIS, pero el concepto de compras, digitalización y demás temas en materia de salud con un sistema fragmentado es muy complejo. Por su territorio tan amplio y diverso, no es posible una solución rápida en México. Estamos en una etapa de transición para sistematizar y fusionar el proceso. Salud es distinto a otros sectores, no podemos dejar al paciente en espera o cerrar COFEPRIS por seis meses para realizar el trabajo. También existe el tema del presupuesto que ha sido un problema y no se permite una colaboración público-privada, aún cuando, observamos cada vez más apertura para ello. De todas formas, veo luz al final del túnel.
EF: Costa Rica y Arabia Saudita tienen modelos de salud creados por iniciativas muy interesantes de diferentes ministerios del gobierno; el caso de Costa Rica está basado en su política de comercio exterior, y hoy tienen las top 23 MedTech manufactureras. Arabia Saudita ya no quiere depender del petróleo y busca una industria sustentable en salud. México es uno de los mejores productores de modelos de acceso, ¿por qué México es bueno para traer innovación?
KB: Tenemos todo para hacerlo bien en este país, no obstante de que en algún momento se pretendió colocar el requisito de planta para el tema de la innovación y ese tipo de situaciones. Tenemos que ser conscientes de las nuevas tendencias en ese sentido; los modelos de inversión tienen un abanico amplio que nos permite tener una industria local muy desarrollada que puede convertirse en un gran exportador al menos en medicamentos genéricos y las innovaciones pueden llegar. Aún faltan por establecer algunas cosas dentro del país para el desarrollo en materia de innovación, sobre todo en forma local. En genéricos pareciera que ya somos potencia por la calidad de productos y su producción en el país. Existe una relación de interés entre los distintos sectores, no solamente salud, que impulsan las políticas de salud; la Secretaría de Economía se ha posicionado como uno de los sectores que más han impulsado este desarrollo. Se ha vuelto un gran aliado en proyectos de salud con los diferentes subsecretarios, dando visibilidad cuando es materia de relevancia de comercio interior o inversión, cuando se relaciona con salud. Antes, la salud era vista como un tema social y hoy esa visión se está transformando para ver a la salud como un motor económico. La salud debe ser transversal a todos los sectores porque sin salud no hay nada. Es un trabajo intersectorial de muchas personas, de muchos líderes, que ayuda al empuje completo del país.
EF: ¿Cuál es tu definición de acceso?
KB: Llevo más de una década hablando de acceso. Acceso significa tener la oportunidad de que se otorgue salud, pero no me gusta esa definición porque para mí se trata de tener acceso eficiente y de calidad de salud. Es mi misión primordial que haya un servicio de calidad, que atiendan y traten bien al paciente, el simple acto de atender no es suficiente, debe ir acompañado de calidad y de eficiencia. Creo que México lo puede lograr, pero necesitamos cambiar el diálogo para lograr mayor calidad. El gobierno tiene la necesidad de mejorar el sistema de salud del futuro; no debe conformarse con lo básico, con dar continuidad o arreglar lo que tenemos. Ha llegado el momento de pensar en el futuro, de preguntarse si realmente cubrimos lo que necesitaremos para el futuro. No estamos preparados para el envejecimiento que se avecina, para los sistemas de cuidados que necesitamos en la economía, ni para la terapia génica que viene. Necesitamos prepararnos y preparar el sistema para la salud del futuro. El sistema no cumple con lo que necesitaremos a futuro y no alcanza con poner parches. Tenemos una propuesta que presentaremos a la dirección ejecutiva y al gobierno, entendiendo que ellos pueden aportar buenas ideas para cubrir las necesidades del futuro. Debemos tomar las decisiones correctas para lo que afectará a México en 5 o diez años. Los cambios de políticas y de framework no son decisiones a corto plazo. De la misma manera, la investigación clínica es a largo plazo; cuando se invierte en salud, una molécula se puede comercializar 20 años después. La visión de planeación en materia de investigación y desarrollo de la tecnología tiene que ser trasladada a los gobiernos.
* Health Economy Reporting: the ROI of health investments - WifOR Institute