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Mensajes distinguidos:

  • Visión y prioridades del ISCIII: El ISCIII es la principal institución pública de investigación biomédica en España que busca fortalecer su investigación propia y prestación de servicios para proteger la salud a través de la ciencia.
  • Áreas Estratégicas y Retos: El ISCIII busca mejorar la salud pública y la equidad territorial en España, avanzar la medicina personalizada de precisión a través del proyecto IMPaCT, atender el cambio climático, capitalizar los datos sanitarios para modelos predictivos, fomentar la prevención para alcanzar la sostenibilidad y la creación de redes colaborativas en los centros públicos para abordar retos importantes. Uno de ellos es la producción de terapias avanzadas dentro del SNS.
  • Colaboración Nacional e Internacional: El ISCIII busca fortalecer la colaboración entre sus centros con el programa Coopera ISCIII e impulsa colaboraciones con el sector público-privado (Fenin, Farmaindustria, CDTI), asociaciones de pacientes (FEDER), e instituciones internacionales (Fiocruz).
  • Liderazgo y Reflexión Personal: Marina Pollán es la primera directora del ISCIII que proviene del propio instituto. Reconoce la importancia de impulsar a las mujeres en la ciencia y en puestos directivos.

EF: Tras una larga trayectoria en el Instituto de Salud Carlos III y poco más de un año como directora, ¿cómo ha evolucionado su visión para el ISCIII y cuáles son hoy las prioridades en investigación y salud pública en España?

MP: Soy la primera directora que proviene de dentro del propio Instituto de Salud Carlos III. Además del gran conocimiento que creía tener de esta institución, acceder a la dirección me ha dado la oportunidad de valorar y descubrir muchos aspectos nuevos.

Somos la principal institución pública de investigación biomédica en el país. Tenemos un carácter dual: por un lado, gestionamos centros propios de investigación y prestación de servicios; por otro, actuamos como la principal agencia financiadora de la investigación que se lleva a cabo dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). También contamos con competencias en formación. La Escuela Nacional de Sanidad, que forma parte del Instituto, es la institución más antigua de nuestra estructura y celebró su centenario el año pasado. Es incluso más antigua que el propio Instituto, que cumplirá 40 años en 2026.

Desde mi nombramiento, me he dedicado a conocer a fondo el funcionamiento del Instituto, así como a fortalecer tanto la investigación propia como la prestación de servicios y el apoyo a la investigación dentro del SNS.

Nuestra misión es proteger la salud a través de la ciencia: aprovechar la investigación, la financiación y nuestra capacidad de coordinación para mejorar la atención sanitaria dirigida a toda la población residente en España. Creemos firmemente que la investigación puede ser un motor vertebrador del funcionamiento del SNS. España es un país descentralizado, donde las comunidades autónomas tienen las competencias sanitarias. Desde el Instituto, generamos instrumentos de financiación, colaboración e interlocución con estas comunidades. Trabajamos por una mayor equidad territorial, procurando que ninguna comunidad quede rezagada, ya que eso podría afectar negativamente a la calidad de la atención en los sistemas regionales de salud.

EF: ¿Cuál es la importancia de la ciencia para fortalecer un país desde adentro en un contexto global complejo? ¿Cómo se refleja esto en las iniciativas del ISCIII hacia una salud sostenible?

MP: Es una pregunta amplia y compleja. Todos los países enfrentan retos en salud. La pandemia evidenció la importancia de la salud global, y el ISCIII fue clave en su respuesta. En ese momento yo dirigía el Centro Nacional de Epidemiología, y lo viví de cerca. Fue un aprendizaje valioso que no debemos perder. La capacidad de entender modelos de transmisión se había debilitado, incluso en instituciones como Johns Hopkins.  

Hoy, enfrentamos nuevos retos y paradigmas, como el cambio climático, que ha traído al país enfermedades y vectores antes inexistentes. Esto requiere una respuesta desde la investigación, nuestra principal competencia. Otro gran paradigma es la medicina personalizada de precisión, que busca individualizar el diagnóstico y tratamiento mediante la genómica y la integración de datos ambientales y de estilo de vida. Usando modelos predictivos, muchas veces basados en inteligencia artificial, podemos acelerar la obtención de respuestas y mejorar la atención.

En este contexto nace IMPACT, una iniciativa que el ISCIII lanzó en septiembre de 2020, en plena pandemia. Ese mismo año, lideré el estudio nacional de seroprevalencia de la infección por SARS-CoV2, un esfuerzo colectivo ejemplar. IMPACT se basa en tres pilares. Primero, la medicina predictiva, con la creación de la cohorte IMPACT, implementada en colaboración con todas las comunidades autónomas.

Segundo, IMPACT Data, que busca conectar las historias clínicas de los distintos hospitales del país, superando la fragmentación autonómica mediante buenas prácticas e interoperabilidad.

Y, por último, y no menos importante, IMPACT Genómica, una red nacional con nodos de secuenciación para abordar enfermedades raras y tumores hereditarios, más allá de las grandes mutaciones conocidas.

Otro reto al que nos enfrentamos es la percepción pública de la ciencia. Las fake news y el descrédito científico han aumentado. Un estudio de FECYT revela que, aunque en España la situación es mejor, existe una pérdida de confianza generalizada en el contexto internacional. Debemos aprender de casos como EE. UU., Alemania o Japón y avanzar hacia una investigación más participativa. Ya trabajamos en cocreación, especialmente con pacientes, pero necesitamos ampliar esa participación a toda la sociedad, involucrando actores sociales y recogiendo sus prioridades.

La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud también es crucial. Es un sistema gratuito, que se enfrenta a grandes retos, como el envejecimiento poblacional. España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo y una estructura etaria envejecida, lo cual implica una carga creciente para el sistema. Por eso, la investigación en prevención es fundamental para retrasar o evitar enfermedades. Otro desafío son los tratamientos sofisticados y costosos, especialmente, aunque no solo,  en oncología.

Desde 2003, el ISCIII ha promovido una estructura colaborativa en terapias avanzadas, con redes de investigación y financiación de ensayos clínicos académicos. Hoy contamos con más estudios y centros capaces de desarrollar estas terapias dentro del SNS, acelerando su llegada a los pacientes.

Finalmente, es fundamental cuidar el relevo generacional y fortalecer el tejido investigador. Aunque la capacidad ha crecido, la financiación sigue siendo limitada y muchos proyectos excelentes no se concretan. Nos preocupa también el menor interés de los nuevos médicos clínicos por la ciencia. Debemos revalorizar la trayectoria investigadora, integrándola en la creación de plazas clínicas, porque sin ciencia, el sistema pierde una parte esencial.

EF: ¿Cómo se pueden fortalecer los lazos de cooperación y colaboración entre el sector privado y las instituciones internacionales en investigación? ¿Tiene algún caso de éxito que ejemplifique ese espíritu colaborativo?

MP: He intentado impulsar la colaboración, comenzando por nuestros propios centros. A nivel interno, lanzamos una nueva convocatoria en áreas como microbiología, epidemiología y sanidad ambiental, con el objetivo de animar a los investigadores a salir de su especialidad y colaborar entre sí. Reunir a distintos especialistas mejora la calidad de los proyectos.

En el ámbito sanitario, hemos promovido la cooperación entre hospitales e institutos de investigación sanitaria mediante una alianza de institutos. También impulsamos el CIBER, un centro de investigación biomédica en red que agrupa a más de 500 grupos en trece áreas temáticas a nivel nacional. Su filosofía es clara: la colaboración nos hace más fuertes y nos posiciona mejor en Europa y en el mundo.

Otra iniciativa destacada de colaboración son los proyectos asociados a los tres ejes del programa IMPACT de medicina de precisión del Instituto. En la última convocatoria exigimos que los proyectos fueran liderados por investigadores de al menos dos comunidades autónomas e incluyeran grupos de un mínimo de diez CCAA en total, fomentando así una colaboración verdaderamente nacional.

También creemos que la colaboración público-privada es clave. Hemos firmado un acuerdo con Fenin y definido una hoja de ruta para avanzar juntos en el desarrollo de nuevas tecnologías. Tenemos también un acuerdo con Farmaindustria y trabajamos con el CDTI para articular mecanismos que permitan trasladar pruebas de concepto exitosas desde el SNS hacia la industria, para que las empresas que acompañan a nuestros investigadores pueden acceder de forma prioritaria a las ayudas del CDTI.

Además, colaboramos con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)  para acercar la ciencia a la ciudadanía e incluimos a fundaciones, plataformas de pacientes y organizaciones como EUPATI, FEDER, POP y el foro de pacientes en nuestros planes. A través de nuestra subdirección internacional, cofinanciamos infraestructuras europeas en salud y replicamos en España la organización de estas estructuras europeas, para garantizar la alineación con ellas. Un ejemplo es la  Iniciativa 1+Million Genomes (1+MG) para permitir el acceso seguro a genómica de alta calidad y a los datos clínicos correspondientes en toda Europa con el fin de mejorar la investigación, la atención sanitaria personalizada y la elaboración de políticas sanitarias.

Por último, hemos reforzado acuerdos internacionales, como el firmado con Brasil para colaborar con el Instituto FIOCRUZ, con el que compartimos muchas infraestructuras. Estamos haciendo lo mismo con el Instituto de Salud Pública de México y nos gustaría reforzar la colaboración con otros países hispanoamericanos. Por nuestra historia y lengua comunes, creemos que estas alianzas pueden ser especialmente fructíferas. No desde una lógica colonizadora, sino desde una voluntad genuina de compartir aprendizajes y construir relaciones enriquecedoras y duraderas.

EF: ¿Cómo atraen a las nuevas generaciones, especialmente a mujeres, hacia la investigación y el liderazgo en salud?

MP: El Instituto tiene como misión servir al sistema, interpretar sus necesidades y generar confianza entre los distintos actores. Escuchar es fundamental, especialmente a las nuevas generaciones, para comprender su contexto, aspiraciones y desafíos. En cuanto a la igualdad de género, tanto España como el ISCIII han implementado planes específicos para reducir la brecha en posiciones directivas. En el Instituto aplicamos medidas concretas y yo misma he asumido la responsabilidad de romper ciertos estigmas: fui la primera mujer en dirigir un área científica de CIBER y ahora soy la tercera mujer al frente del ISCIII. Se dice que las mujeres no estamos porque decimos que no, por la cultura de la que venimos, la manera en que hemos sido educadas y las prioridades que establecemos en nuestras vidas hacen que por distintos factores no estemos ahí. Para mí fue una gran responsabilidad personal romper ese paradigma que puede ser engañoso; considero importante dar ese paso porque de no hacerlo confirmamos que somos nosotras las que impedimos el cambio.

Nuestras convocatorias contienen atracción y retención de talento; un compromiso con las Comunidades Autónomas es incorporar investigadores clínicos dentro de los hospitales. Ponemos como condición a las Comunidades Autónomas que, al finalizar el contrato, deben crear una plaza a la que la persona pueda concursar. La investigación debe ser multidisciplinaria; debemos colaborar con investigadores de diferentes áreas. En el ámbito biosanitario, los médicos deben investigar; si no lo hacen, estamos perdiendo una parte muy valiosa, con su experiencia directa con los pacientes y es justamente ese segmento que nos cuesta más convencer. Los biólogos, ambientalistas y químicos ven la investigación como una línea de futuro atractiva. Sin embargo, atraer al colectivo médico es más difícil, ya que enfrentan una formación extensa y su estabilidad laboral está ligada a su labor asistencial. Por eso, es clave motivar a los residentes e incentivar a las comunidades a valorar la investigación como mérito importante en la carrera profesional.

Posted 
September 2025