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EF: ¿Cuáles son hoy las prioridades de las empresas de dispositivos médicos en Colombia, y cuál es el rol de ANDI en promocionar los intereses de estas empresas?

MS: Las empresas de dispositivos médicos en Colombia enfrentan hoy varias prioridades estratégicas. En primer lugar, deben sortear una compleja situación financiera que atraviesa el sistema de salud en su conjunto. El aumento considerable de la cartera está afectando directamente las proyecciones de inversión y crecimiento del sector, lo que obliga a adoptar medidas urgentes para garantizar su sostenibilidad.

Al mismo tiempo, se vuelve clave la introducción de nuevas tecnologías en dispositivos médicos que sean más costo-efectivas, pertinentes y necesarias. En consonancia con las prioridades del nuevo gobierno, se busca ampliar el acceso y democratizar estas tecnologías en todo el país llegando a zonas remotas. Durante los últimos cinco años, el avance tecnológico en este campo ha sido notable, con resultados positivos para los pacientes. Sin embargo, aún existen regiones aisladas que necesitan llegar a tratamientos de calidad, con los mismos estándares de prestación que se encuentran en los centros urbanos. En esos contextos, donde los recursos humanos especializados también son escasos, la tecnología representa una solución viable y transformadora.

Por otro lado, es fundamental fortalecer la relación entre la industria y los prestadores de servicios de salud. Un trabajo colaborativo permitirá garantizar la continuidad y la integralidad de la atención, objetivo que solo puede lograrse mediante acciones que prioricen los resultados en salud a través de un acercamiento entre ambos actores. Existe un rezago tecnológico en la infraestructura hospitalaria pública. En este sentido, si bien no toda tecnología es necesaria en todos los contextos, contar con tecnología pertinente crucial para modernizar el sistema y enfocarse en el objetivo central: el bienestar del usuario.

Además, los dispositivos médicos tienen un papel transversal a lo largo del proceso de atención: desde el diagnóstico hasta el tratamiento, los cuidados paliativos y el bienestar. Este último segmento debe convertirse en un foco central en esta nueva etapa. Existen tecnologías que promueven una mejor autogestión de la salud individual y de medicina deportiva; como monitores de ritmo cardíaco o de actividad física, que representan una gran oportunidad tanto para el sector como para los sistemas de salud. A medida que estos últimos prioricen el bienestar de la población, las acciones de promoción y prevención podrán optimizar los recursos de salud mediante el uso de tecnología. Esta visión del bienestar está estrechamente ligada a la prevención, a la detección temprana y a una atención primaria fortalecida, todas asociadas al uso de dispositivos médicos.

Finalmente, cabe destacar que los dispositivos médicos vivieron un auge tras la pandemia, con tecnologías cada vez más cercanas al usuario. Hoy en día, productos como los glucómetros, las tiras para medir glucosa, las pruebas de COVID, los tensiómetros  y otros dispositivos permiten la detección temprana de algunas enfermedades, no solo hacen parte del botiquín de las familias sino que están en el canal comercial al alcance de la población; lo que influye directamente en el flujo del sistema de salud, contribuyendo de manera significativa a mejorar la eficiencia y la calidad de la atención.

EF: ¿Qué políticas quiere impulsar la industria para incrementar la autosostenibilidad y la producción dentro de Colombia del punto de vista de los dispositivos médicos?

MS: La lección de la pandemia fue la necesidad de tener capacidades productivas que respondan ante la demanda de dispositivos médicos requeridos en eventos inesperados. No estábamos preparados ni teníamos las capacidades productivas locales necesarias para atender el abastecimiento de dispositivos médicos básicos como tapabocas, que no se conseguían ni en nuestro país ni en Latina América. Se realizaron ejercicios con la CEPAL para trabajar en fortalecer las capacidades productivas y atraer inversiones. Lo de atraer inversiones fue nuestra idea debido a que necesitamos la transferencia tecnológica y de conocimientos que no tenemos localmente. Tanto Colombia como América Latina han cerrado filas con políticas públicas que promueven producción local. Sin embargo, es un ejercicio de mediano a largo plazo que debe mantenerse en el tiempo. Desde ANDI estamos comprometidos con el ejercicio y creemos en el potencial de Colombia en tres áreas:

Primero, el software como dispositivo médico: tenemos un boom de creadores y desarrolladores en innovación de software en dispositivos médicos. Requiere un esfuerzo grande de los reguladores para identificar y certificar los dispositivos para el ámbito sanitario.  

Segundo están las terapias avanzadas - tenemos desarrollos importantes y localizadas en centros de investigación, con muy buenos resultados.

Y por último los insumos generales; incluye productos como catéteres, productos odontológicos u ortopedia básica. Tenemos empresas locales multilatinas muy fuertes en ortopedia, con desarrollo tecnológico de calidad, empresas que han traspasado las fronteras colombianas, incluso alguna de ellas tiene planta en Estados Unidos.

El ejercicio de fortalecimiento de capacidades productivas requiere de herramientas de apoyo como la transferencia de tecnología, el fortalecimiento del recurso humano, la provisión de materias primas, en un sector del país que es netamente importador ya que los desarrollos tecnológicos están establecidos estratégicamente en nodos de producción global. Colombia ha resuelto el problema a través de sustitución de materiales que demuestra la creatividad y la innovación de los dispositivos médicos y sus creadores.  

EF: ¿Cuál es el aporte a la innovación en Colombia, como se refleja en la industria de dispositivos médicos?

MS: Nuestra innovación no es radical, son innovaciones incrementales que han generado una transformación en la medicina. Hoy se usa robótica, impresión 3D, monitoreo remoto, dispositivos médicos con IA y hay una búsqueda de eficiencia, precisión, y diagnóstico oportuno, todas tecnologías que permitan la precisión en la localización de la enfermedad y en la que Colombia puede colaborar.  

La transformación de la pirámide poblacional, es decir, el envejecimiento de la población es un tema global y crea una demanda para muchos dispositivos médicos. Temas oculares, la sordera, y la movilidad, son patologías que afectan a los adultos mayores y necesitan usar dispositivos médicos, luego están las enfermedades crónicas que necesitan de tecnología más predictiva y personalizada.  

La relación entre todos los agentes de salud (aseguradores, prestadores, clínicas, hospitales, médicos, etc.) generan data especifica de segmentos de pacientes con características relativamente uniformes que permite tomar políticas públicas más asertivas y pertinentes sobre las necesidades en tratamientos médicos y tecnología requerida. El software de equipos biomédicos que ofrecen mayor exactitud en la imagen para el diagnóstico tendría un mayor desarrollo con un software que capta información para la toma de decisiones informadas y da mayor precisión en las prescripciones médicas. Adicionalmente ayuda para que Colombia tenga el potencial para realizar estudios clínicos. Hay muchos estudios clínicos en farma debido a que tienen una trayectoria mucho más avanzada que nuestro sector. Para nosotros entrar en análisis de estudios clínicos puede ser de gran utilidad para el desarrollo de dispositivos médicos; constituyéndose en otra gran oportunidad para el sector de dispositivos médicos.

EF: ¿Como ayuda ANDI a capacitar al talento del sector, para crear lo que será el futuro de la industria en Colombia?

MS: En el marco del proyecto de fortalecimiento de capacidades productivas y atracción de inversión, hemos unido esfuerzos Academia, Estado y empresa. Con el Ministerio de Salud, INVIMA, e incluso con el Instituto Nacional de Salud, el Instituto de Meteorología realizamos un inventario de necesidades del recurso humano en términos de formación y competencias siempre acompañados por las universidades. La industria de dispositivos médicos necesita la formación tradicional y multidisciplinaria como químicos, mecatrónicos, ingenieros mecánicos, biomédicos; etc, pero creemos fundamental el fortalecimiento competencias, es decir habilidades blandas como liderazgo, trabajo en equipo, flexibilidad al cambio, técnicas de negociación, habilidades comerciales; etc.. Existen profesiones necesarias para los retos que se vienen con la nueva medicina predictiva y personalizada. La IA ya está entre nosotros, y debemos saber usarla con principios éticos;  entendiendo que el usuario es un paciente informado.

EF: ¿Por qué un dólar invertido en Colombia es mejor inversión que en cualquier otro país?

MS: Existen múltiples razones por las que Colombia representa una oportunidad atractiva para la inversión en salud. En primer lugar, el país cuenta con un sistema de cobertura universal lo que garantiza una base amplia de acceso a servicios de salud, con oportunidades de ampliación de mercado en zonas dispersas y mercados naturales a Colombia debido a su posición geográfica y negociaciones internacionales. Además, la población colombiana muestra una alta disposición hacia la innovación, adoptando con interés los procesos y tecnologías emergentes, una característica que no se observa en todos los países de la región.

Otro factor relevante es la composición demográfica de la población, que genera una demanda constante de servicios de salud y abre espacio para avanzar en la modernización tecnológica, especialmente en zonas remotas o de difícil acceso.  

Sumado a esto, el envejecimiento progresivo de la población incrementa la necesidad de tecnologías especializadas, mientras que ciertas enfermedades crónicas cuentan con políticas públicas específicas para su atención y una tendencia a la cultura de lo que crea oportunidades de desarrollo alineadas con prioridades nacionales.

A pesar de las dificultades que enfrenta el flujo de recursos en el sector salud —tanto en el ámbito público como en el privado— el país sigue mostrando potencial. Otro factor de crecimiento es el de los seguros privados están en proceso de expansión, abriendo nuevas vías para la inversión. En conjunto, estos factores posicionan a Colombia como un destino prometedor para quienes buscan contribuir al fortalecimiento y la innovación del sistema de salud.

EF: ¿Cómo imagina el futuro de Colombia en los próximos cinco a diez años, y qué papel considera que jugarán la salud y los dispositivos médicos en la construcción de un país más estable y resiliente?

MS: Me gustaría ver un sistema de salud con reglas de juego claras para todos los actores involucrados. Este marco es fundamental, no solo para quienes operamos en el sistema, sino también para que los pacientes tengan atención oportuna y con calidad a través de una ruta clara de prestación de servicios de salud, Colombia está en un proceso de transformación; ya hemos avanzado, pero necesitamos políticas públicas claras que brinden certidumbre y permitan operar con eficiencia.

Contamos con políticas públicas y tecnologías disponibles, pero lo que falta es una ejecución efectiva, especialmente en la atención primaria y la detección temprana de enfermedades. Implementar métricas claras en este ámbito es clave para mejorar los resultados en salud.

También quisiera ver una población más involucrada en el segmento del bienestar. Esto no solo aliviaría la presión sobre los recursos del sistema, sino que contribuiría a tener una ciudadanía más sana y productiva.  
Garantizar el acceso a servicios de salud de calidad es asegurar el derecho fundamental a la salud.

Por eso, aspiro a un sistema basado en buenas prácticas éticas, que ofrezca una atención óptima al usuario, alineada con los más altos estándares de calidad internacional.

Posted 
July 2025