Read the Conversation

EF: 2020 fue un año enfocado al diagnóstico, 2021 a las vacunas, ¿qué cree que traerá 2022? 

SB: Yo espero que en 2022 vivamos la “nueva normalidad”. COVID-19 seguirá existiendo, pero gracias al avance en la vacunación, las nuevas variantes no son tan severas como lo fueron en las primeras olas. Debemos acostumbrarnos a vivir con enfermedades respiratorias, hoy COVID-19, como si fuera cualquier otra enfermedad. Ya no será necesario tener hospitales enteramente dedicados a COVID-19 como lo hicimos nosotros. Lo mismo pasó con tuberculosis en su momento. En el 2022 habrá que aceptar, adaptarse y convivir en la nueva normalidad.  

EF: ¿Podría comentar acerca del rol de TecSalud en los últimos dos años y que prevé para el futuro?

SB: TecSalud fue sin duda el hospital privado que más pacientes COVID-19 atendió en México. Tenemos dos hospitales, el Hospital Zambrano Hellion y el Hospital San José, este último estuvo dedicado enteramente a atender pacientes con COVID-19. Tuvimos cerca de doscientos pacientes hospitalizados simultáneamente. Aproximadamente una tercera parte de la población hospitalaria en terapia intensiva con ventiladores. Una tercera parte en terapia intermedia con alto flujo y una tercera parte en hospitalización normal. La demanda de la atención de los pacientes COVID-19 graves fue altísima, la ratio de atención de enfermera-paciente fue uno a uno en intensiva, uno a dos en intermedia e hizo que la utilización de recursos fuera muy intensa. Nunca cerramos las puertas y siempre atendimos a todos los pacientes que llegaban, tuvimos pacientes entubados en urgencias y filas de ambulancias esperando que se desocuparon camas para poder ingresar.  Fuimos referencia de muchos hospitales que no tenían recursos o estaban desbordados, no solo en Monterrey, sino en Nuevo León y en toda la región norte del país. Nuestro nivel de atención fue excelente, en el sentido que la mortalidad de los casos que experimentamos fue del 11% -12% en el pico y 8% saliendo de la última ola. Son tasas similares a lo que experimentan los mejores hospitales del mundo. Introdujimos protocolos de atención, creamos grupos cerrados de médicos que atendían en consenso para atender a los pacientes. Con la implementación de las mejores prácticas: momento de entubación, medicamento, momento de dar alto flujo, momento de sacarlo de intermedia a piso o de intensiva a intermedia, todo ayudó a los resultados fantásticos obtenidos. Logramos estar incluso por debajo de la media de los hospitales privados.  Atendimos a los empleados del gobierno a través de ISSSTELEÓN, que es una población que no tiene los mejores recursos y acceso a medicina, y aun así nuestra mortalidad fue la más baja en la medicina privada del país. Atendimos cerca de tres mil pacientes hospitalizados, realizando innumerables pruebas de PCR y de antígenos. Seguimos realizando pruebas hoy, contratamos ciento cincuenta enfermeras y setenta médicos, para cubrir los pacientes COVID-19. Fue una historia de éxito y nuestro papel fue destacado. Investigamos a través de muchos protocolos de atención, incluyendo una vacuna alemana para COVID-19, CureVac. Ahora estudiamos protocolos de atención con otros laboratorios. 

EF: ¿Con el énfasis en COVID-19, las enfermedades crónicas han quedado relegadas, ¿cómo se puede restaurar su importancia y volver a diagnosticar enfermedades crónicas? 

SB: La gente se alejó de los hospitales y se encerró en sus casas y las enfermedades crónico degenerativas avanzaron, mucha gente dejó de atender sus problemas cardiovasculares, oncológicos por miedo a salir a la calle o ir a un hospital, incluso los médicos no querían ir a la institución a dar consultas. Empiezan a regresar con estados más críticos y desenlaces más complicados. Estamos convencidos que la máxima prioridad es ubicar al paciente al centro de la atención, preocuparnos por su seguridad y darle una atención de calidad. Ofrecer un hospital seguro y transmitirles al médico y al paciente que pueden regresar sin riesgos, porque serán cuidados. Un dato interesante es que el personal del Hospital San José tuvo el mismo porcentaje de contagiados que el personal del Hospital Zambrano Hellion que no tenía pacientes COVID-19. Fue el resultado de reforzar fuertemente las medidas de seguridad en un hospital 100% COVID-19. Creemos en los cuidados de por vida, (Long-life care) que es un seguimiento longitudinal de nuestros pacientes con sus historiales en expedientes médicos electrónicos. A través de telemedicina y tele consultas -para ciertos casos- se les puede asegurar a los pacientes un seguimiento médico. El mensaje principal es que los pacientes regresen y se atiendan porque un diagnóstico y tratamiento a tiempo en enfermedades crónico degenerativas hacen toda la diferencia en los resultados.  

EF: ¿Cómo ve el nivel de digitalización en México y como ha sido la experiencia de la inclusión de los expedientes médicos electrónicos en el hospital?

 SB: El nivel de adaptación a la tecnología digital ha sido muy lento, el sector salud es muy conservador y regulado y el médico está diseñado para ser adverso al riesgo. Mientras el doctor no adopte la tecnología difícilmente podremos migrar a ser el hospital digital que quisiéramos. Por otro lado, el nivel de innovación en el mercado ha sido, hasta hace poco, muy bajo por ser un mercado conservador y otras industrias han avanzado más rápidamente que el sector salud. Otra barrera es la fragmentación o desintegración de datos con expedientes en el hospital, con el doctor y el paciente. Históricamente, existe falta de comunicación entre hospitales, pero gracias a COVID-19 la digitalización se ha acelerado, creando cambios que afortunadamente quedarán. En nuestro caso concreto tenemos expedientes médicos electrónicos desde hace diez años y ha sido una experiencia muy buena. El doctor puede ver todo el historial del paciente de TecSalud, exámenes de laboratorio, estudios, placas, etc. El expediente electrónico hace una gran diferencia para la seguridad del paciente. Si un paciente llega a urgencias hay acceso a toda su información: su último electro, alergias, reacciones adversas, medicamentos, etc. A la vez, la inteligencia artificial ayuda en diagnósticos, no sustituirá a los médicos, sino que serán herramientas que facilitarán su labor para en primer lugar prevenir, o para realizar un diagnóstico certero a tiempo y en base al diagnóstico planear el tratamiento. Estamos apenas comenzando, y falta mucho para que exista una relación digital con el paciente en México. Estamos trabajando en la experiencia del paciente: un paciente jamás va al hospital por placer y desarrollamos herramientas para facilitar su experiencia:  

  1. Auto-agenda: el paciente desde su teléfono o computadora puede reservar una tomografía, resonancia magnética, etc. 
  2. Facturación: tenemos una aplicación de facturas y el paciente puede pagar por medio de ella.  
  3. Hospitalización: el paciente hospitalizado puede ver el estado de su cuenta y revisar cargos.
  4. Check-in remoto/pre check-in: realizado antes de internarse y con el QR el ingreso es más directo.  

Trabajamos en estos temas hace mucho, pero lo digital se ha acelerado y agilizado desde la pandemia. Aún nos falta mucho, pero todos los hospitales privados trabajamos en este sentido. El problema con el expediente electrónico es que falta definir quién es dueño de la información del expediente, el médico, el hospital o el paciente. Por muchos años se habló de un expediente universal compartido por todos los hospitales públicos y privados del país, para cuando llegue un paciente accidentado a un hospital ya tener sus antecedentes, pero no se ha resuelto el tema legal y el expediente universal ha sido una imposibilidad.  

EF: ¿Cómo miden la calidad en salud y es posible trabajar en conjunto para el bien común?

 SB: La calidad en atención y la seguridad de los pacientes son nuestras prioridades, Podemos medir la calidad por medio de indicadores de calidad en las distintas áreas: úlceras por presión, tasas de caídas, infecciones asociadas a la atención de salud, mortalidad, readmisiones y más. Existen puntos de referencia en la industria por especialidad de que es una tasa aceptable y protocolos de atención. Siguiendo los cinco pasos estipulados lo más probable es que el resultado sea el esperado. Estandarizamos la atención de la salud y los precios usando los mismos insumos en un cierto orden, usamos justo lo que se necesita para tener el mejor resultado. Creemos que, promoviendo calidad y seguridad, más volúmenes llegarán a nuestros hospitales. Con más volumen, mejores finanzas y sostenibilidad en el tiempo, pero debe ser en ese orden. Compramos un equipo cuando garantiza la seguridad del paciente porque nuestra guía es la seguridad y la calidad. Medimos todos los indicadores por línea de servicio, como muchos hospitales en Estados Unidos, el Hospital Metodista de Houston entre ellos, al cual estamos afiliados. Medimos los indicadores, analizamos errores y corregimos. Hemos publicado nuestros indicadores en la página web de TecSalud, y nos gustaría invitar a otros hospitales a hacer lo mismo. Le hemos pedido a uno de los Big Four que nos audite los números para mayor confiabilidad. La salud es muchas veces un “Black Box” porque no existe una base de datos para ver cuál es el hospital o el doctor con mejor resultados para un procedimiento. En Estados Unidos voluntariamente cada hospital publica información y datos sobre doctores y hospitales, y buscamos promover esa transparencia de información en México. No es suficiente que nosotros digamos que somos buenos, queremos una tercera parte objetiva que también lo avale. Queremos que el Consejo de Salubridad General de México, la Joint Commission International de Estados Unidos o el Canadian Council de Canadá nos revisen, acrediten y declaren bueno para tener las mejores prácticas e ir mejorando cada vez más. Estamos esperando una visita del Consejo de Salubridad General.  

EF: ¿Podría elaborar sobre la importancia de la salud basada en valor en oposición al sistema más usual de pago por servicios? 

 SB: Un paciente con una patología viene al hospital para que le solucionen un problema, si solucionamos el problema, el paciente debe pagar bien, y si no lo solucionamos el pago debe ser inferior. Hay países que van en este sentido, aunque el sistema “pago por servicio” es más usado. Creo que nos deberíamos volcar a una medicina basada en valor, es decir, pagar por solucionar el problema, y si no se soluciona no se paga lo mismo. El problema en México reside en que los terceros pagadores, aseguradoras y empresas tienen una capacidad analítica limitada para llevar a cabo este tipo de análisis. Es más fácil tener una lista de precios del hospital negociada con la aseguradora: se hace, se paga y punto final. No hay información si el paciente está bien, si la cirugía fue exitosa, pero el paciente viene a curarse y debería pagar por una cura. La principal herramienta de las aseguradoras para saber si el hospital es “bueno” es el ticket promedio: todo lo pagado dividido entre los pacientes atendidos, sin embargo, es información muy limitada. Nosotros medimos el grado de complejidad de lo que hacemos en las diferentes áreas y el ticket promedio está ajustado por complejidad, que tiene más sentido. Si ponemos al paciente al centro esto debería modificarse. 

EF: ¿Por qué considera importante la colaboración entre hospitales, local o internacionalmente? 

 SB: La colaboración entre hospitales privados y públicos es esencial, durante la pandemia colaboramos con otros hospitales privados refiriendo pacientes, con préstamos de equipos e intercambio de medicamentos. Trabajamos con hospitales estatales, de la mano del Gobierno Estatal y con la Secretaría de Salud del estado de Nuevo León y colaboramos con el Gobierno Federal, pero en menor medida, discutimos protocolos de atención, aprendimos todos sobre la marcha y compartimos información. Esa colaboración hizo toda la diferencia. En Estados Unidos tienen la ventaja en volúmenes y el acceso de los pacientes a la salud. Entre Medicare, Medicaid y la población asegurada, muchas más personas se atienden en hospitales. En México la medicina privada es muy pequeña, menos del 10% de la población tiene acceso a gastos médicos mayores. Nuestra industria tiene gastos fijos muy grandes y necesitamos volúmenes para funcionar. En sexenios anteriores hubo colaboración entre hospitales, cuando existía el Seguro Popular los hospitales privados atendíamos ciertas patologías de los hospitales públicos. Los hospitales privados atendían colas de atención de los hospitales públicos o padecimientos que los hospitales públicos no tienen la capacidad de atender. Puntualmente atendimos a más de dos mil mujeres con cáncer de mama. Los grandes volúmenes ayudan a cubrir los gastos fijos y sobre todo permite desarrollar pericia en distintos padecimientos, no es lo mismo atender a dos mil mujeres con cáncer de mama que veinte. La colaboración es vital y relevante, debido a los volúmenes que manejan y la experiencia de los doctores. 

EF: Cuándo mire atrás a este periodo de su carrera profesional ¿cómo quisiera ser recordado? 

 SB: Con los estragos que causó la pandemia, creo que ha causado también una catapulta de muchos proyectos para la digitalización de la medicina y para que la salud sea más transparente con indicadores publicados. Quiero que sea un punto de inflexión para impulsar todas las iniciativas y estoy seguro que muchos hospitales piensan lo mismo. La pandemia puso en relieve la fragilidad de la gente y todos hemos aprendido sobre el valor de la salud. Los hospitales por si solos, no pueden ser responsables de la salud de las personas, deben ser actores activos en mantener su salud. Nuestra filosofía y estrategia de salud apunta a orientarnos al bienestar, prevención y longevidad y que cada persona sea partícipe y corresponsable de su propia salud. Trabajamos en expandir nuestra filosofía a otros hospitales. Con dos hospitales no podemos cambiar la manera que se provee la salud en el país. Por medio de la red de colaboración TecSalud Network nos comunicamos con otros hospitales sobre lo que hacemos con nuestros indicadores, dándoles puntos de referencia y mejores prácticas. Desde el aspecto financiero nos permite negociar juntos con terceros pagadores o con nuestros proveedores. Por sí solos no tendrían la misma capacidad de negociación. Mientras más hospitales se sumen tendremos más poder de convicción y podremos incrementar el acceso y la asequibilidad de la salud.  

Posted 
February 2022
 in 
Mexico
 region